¿Cómo deben limpiarse los oídos?

¿Cómo deben limpiarse los oídos?

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Como cualquier otra parte del cuerpo, la higiene en los oídos es muy importante. Muchas veces se piensa que el cerumen que se genera en ellos debe eliminarse por completo para tener las orejas limpias. Pero nada más lejos de la realidad. Esta sustancia tiene la finalidad de protegerlos del polvo, de los microorganismos y de cualquier otra partícula extraña que pueda entrar en el canal auditivo y provocarle algún daño. De hecho, cuando no presentan ningún problema de salud, lo normal es que se limpien de forma natural y que esa cera se seque y termine cayendo sola.

Cuidado del oído

Sin embargo, hay ocasiones en las que se produce un exceso de cerumen y puede acumularse y bloquear o taponar el oído, ocasionando ciertas molestias. Los síntomas más comunes en estos casos son dolor, zumbidos o ruidos extraños, picazón y secreción y dificultades para escuchar con claridad. Esta situación es una de las causas más habituales de pérdida de audición. Por tanto, en estos casos, es imprescindible eliminar el excedente de cera que se ha producido. Para ello, se llevan a cabo solo dos pasos:

  • En primer lugar hay que limpiar la zona externa, es decir, el pabellón auditivo. Lo mejor es utilizar una gasa húmeda o una pequeña toalla y retirar con ella los restos de cera o suciedad que se hayan acumulado. También es posible realizar este proceso en la ducha, mojando con agua tibia el oído, pero con mucho cuidado. Después, se secará bien la oreja.
  • La zona interna del oído no debe limpiarse todos los días, sino cada dos o tres días. Puede hacerse con difusores de agua marina, específicos para esta zona, ya que ayudan a reblandecer el tapón de cerumen. Luego se retirarán los restos con una gasa o toalla.

Lo que sí hay que tener en cuenta es no aplicar remedios caseros, puesto que nunca se sabe si afectarán de forma positiva o negativa. Tampoco hay que emplear bastoncillos de algodón en la zona interna (sí pueden usarse en el exterior de la oreja), agua oxigenada ni velas u otro tipo de artículos comerciales. Y si el oído tiene una perforación timpánica, otitis u otras patologías, hay que evitar que entre líquido, por lo que no se podrían limpiar ni con agua marina ni en la ducha. No obstante, si existen indicios de tener un tapón de cerumen o se sufren síntomas como dolor o pérdida de audición, lo mejor es acudir a un especialista para que valore la situación y establezca la mejor solución posible a este problema auditivo.

 

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