Consejos para proteger tu oído frente al ruido y el agua
Aunque a veces no seamos conscientes, habitualmente estamos expuestos a una gran cantidad de factores que pueden ser una amenaza para nuestro sistema auditivo.
En general, podemos clasificar en dos grupos las causas potenciales externas de un daño en nuestra audición.
Por un lado, el ruido. Son numerosos los aparatos a los que estamos expuestos cada día: reproductores musicales, radios y teles… Siempre que tengas la oportunidad, mantén el volumen por debajo del 60% e intenta no utilizar estos aparatos durante más de una hora al día.
En cuanto al agua, recuerda secarte los oídos después de cada baño para evitar humedad en el conducto auditivo y una posible infección de hongos. Si practicas natación habitualmente puedes protegerte con tapones a medida.
Además, cuida especialmente tu oído cuando sufras un catarro, una gripe o cualquier tipo de infección, que a la larga pueden causar pérdida auditiva. No en vano, las infecciones están consideradas como la segunda causa de pérdida de la audición.
