¿Quieres aumentar el tráfico de clientes en tu centro auditivo?

¿Quieres aumentar el tráfico de clientes en tu centro auditivo?

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Cuando un cliente me pregunta cómo aumentar el tráfico en su gabinete, siempre le pregunto cómo tiene su escaparate. Los estudios  a los que tenemos acceso nos confirman que un buen escaparate puede aumentar las ventas del centro hasta un 20%.

Es cierto que el producto que trabajamos necesita un poco de ayuda para resaltar en una pared de cristal. Pero existen fórmulas sencillas de implementar que nos permitirán mejorar considerablemente nuestra impresa impresión al paciente.

Los cuatro objetivos “principales” de un buen escaparte son:

–          Provocar que la gente se pare

–          Ser nuestra primera tarjeta de presentación

–          Diferenciarnos de la competencia

–          Conseguir que el cliente entre dentro del establecimiento

Para conseguir los objetivos citados os aconsejaría trabajar tres puntos que yo considero fundamentales.

1.- Cuenta una historia

No te limites a poner un par de displays y algunos audífonos repartidos por el escaparate. El espacio que disponemos lo tenemos que ambientar como si fuera un pequeño escenario de una obra de teatro.

Nuestros potenciales clientes tienen su mente saturada de mensajes e impactos publicitarios. Hazle su trabajo más sencillo, que de una manera rápida y visual puedan entender lo que le estamos contando. Si no es así desconectará y se irá. Además, los audífonos son productos pequeños y poco lucidos, necesitan nuestra ayuda para atraer la atención de los viandantes. Viste tu escaparate para captar miradas.

En definitiva, cuenta una historia en la que al paciente le guste sentirse reflejado y haz del audífono el protagonista. Si necesitáis inspiración aquí os dejo un enlace en el que no os van a faltar ideas.

2.- Crea un recorrido visual

Tienes 20 segundos para convencer a tu cliente de que pase a tu centro. Pasados esos 20 segundos el paciente ha decidido si hay algo interesante en tu gabinete o bien se marcha.

Con tan poco tiempo para convencer, no podemos dejar nada al azar. Todo debe estar preparado y estudiado. Debemos crear un recorrido visual para  conseguir su atención, intentar que permanezca más tiempo mirando (cuanto más tiempo mira el escaparate aumentan las posibilidades de entrar) y finalmente hacerle pasar.

En el caso del escaparate existe un mapa natural en el que sabemos que el ojo humano pone su atención. Estos puntos se les llama zonas calientes porque aunque tú no hagas nada, una vez que tienes al cliente delante va a mirar seguro. Por el contrario, hay otras zonas las denominadas frías, que son aquellas en las que muy raramente el paciente mirará. Sabiendo esto, podemos utilizar las zonas calientes para exponer nuestro producto y las zonas frías para poner elementos captadores de atención. Así crearemos nuestro recorrido visual de escaparate optimizado según nuestras características.

A continuación pongo un pequeño gráfico que muestra zonas calientes y zonas frías:

Si superponemos los dos cuadros, nos podremos hacer una idea de cómo queda distribuido nuestro escaparate (si tu escaparate es vertical, no te preocupes, la distribución sigue el mismo orden).

Por lo tanto, en las zonas de mayor atención visual coloca aquellos productos que quieras impulsar (un nuevo modelo de audífono, una accesorio nuevo que haya salido, etc). En las zonas intermedias coloca productos que puedan resultar más interesantes a los clientes (tapones de baño de colores, ayudas técnicas). Finalmente en las partes más frías ubica la publicidad y algún elemento para animar el escaparate (como pueden ser vinilos, carteles, lonas, televisiones, artículos con movimiento, etc).

3.- Renovarse o morir

Los escaparates “caducan” por eso les recomiendo a mis clientes que no inviertan excesivo dinero en estructuras formidables pero fijas. Un escaparate tiene que poder modificarse fácilmente. Por este motivo, es mejor invertir poco dinero pero cambiarlo más a menudo.

Pasado un tiempo, si nos has cambiado el escaparate tus potenciales clientes dejarán de mirarlo y pasará desapercibido. Es como cuando te acostumbras a un aroma, llega un momento que no lo percibes.

Con el trabajo diario del audioprotesista  en el centro, no le sobra demasiado tiempo para dedicarlo a otras cosas. Por este motivo, aunque aconsejo cambiar el escaparate lo más frecuentemente posible. Si no dispones de mucho tiempo para hacer esto, intenta cambiarlo tantas veces como puedas. Y entre renovación y renovación introduce nuevos elementos que puedan volver a llamar la atención  de tus “futuros clientes” (nuevo cartel, otro display con audífonos, cambiar de sitio algunos elementos, etc…).

Elena Guerra Yago

Consultora

Twitter: @ComunikaEle

 

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