Los pacientes de cáncer pueden sufrir pérdidas de audición 

Los pacientes de cáncer pueden sufrir pérdidas de audición 

Revisión de oídos
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Algunos tratamientos contra el cáncer pueden provocar pérdidas de audición en los pacientes que los reciben. Así lo avalan diferentes estudios de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO). Según las características del tratamiento esta pérdida aditiva será temporal o duradera. Para evitar el rechazo del tratamiento por parte de los pacientes, se debe vigilar este posible efecto secundario y realizar comprobaciones periódicas de su nivel de audición. En el caso de que se diagnostique una reducción de la audición prolongada en el tiempo, el uso de audífonos ayudará a los pacientes a ser más optimistas y mantener una comunicación abierta con quienes les rodean.

Estas pérdidas de audición pueden ser un efecto secundario de la administración de los siguientes tratamientos contra el cáncer:

  • Quimioterapia: los tratamientos de quimioterapia basados en el platino pueden dañar el oído interno y producir, primero un cuadro de tinnitus o acúfenos y, posteriormente, una pérdida de audición. Estos problemas son detectados debido a que generalmente afectan por igual a ambos oídos.
  • Radioterapia: la aplicación de dosis altas de radioterapia en la cabeza también puede afectar a la salud de los oídos. Se han identificado, desde problemas de inflamación, tapones de cera y acumulación de líquido, hasta pérdidas auditivas en uno de los oídos, normalmente el que se encuentra más cerca de la radiación durante las sesiones de tratamiento.
  • Medicamentos ototóxicos: determinados medicamentos de uso común que son necesarios durante las terapias contra el cáncer son ototóxicos, es decir, pueden causar pérdidas auditivas si se toman de forma continua durante un largo periodo de tiempo. Es el caso por ejemplo de ciertos antibióticos como la neomicina o la tobramicina.

También han demostrado actividad ototóxica tras su consumo prolongado algunos antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno y la aspirina tomados en grandes cantidades.

En este escenario, y sabiendo el riesgo al que se exponen los pacientes de cáncer, los oncólogos deben llevar un férreo control de la medicación diaria de cada persona, incluida su tipología y dosificación.

Pero no todos los pacientes de cáncer padecen pérdidas auditivas a largo plazo tras su tratamiento. Son más vulnerables a ellas las personas que hayan recibido de niños medicamentos dañinos para el oído, quienes ya padecían problemas auditivos antes del diagnóstico de cáncer y aquellos pacientes que presentan un tumor en el cerebro, el oído o el nervio auditivo.

Soluciones frente a las pérdidas de audición

En un primer estadio, si el problema de audición se debe a un bloqueo temporal, como puede ser un tapón de cera, el especialista puede recomendar el uso de gotas o fármacos para aliviarlo. En el caso de una pérdida de audición la mejor herramienta al alcance de los pacientes son los audífonos. Para empezar a usarlos es importante que los afectados sigan una serie de consejos:

  • Informar a todos los médicos involucrados en el abordaje multidisciplinar de su enfermedad, desde el médico de familia al oncólogo, pasando por cualquier otro especialista implicado. Los expertos deben tener toda la información necesaria sobre el estado de salud de cada paciente para poder dar el tratamiento y las recomendaciones más certeros.
  • Mantener una buena higiene de los audífonos para garantizar su buen funcionamiento. Se debe tener especial cuidado con la humedad.
  • Quitarse los audífonos antes de las sesiones de radioterapia ya que la radiación los puede estropear.
  • Realizar una audiometría de forma periódica para medir el nivel de pérdida auditiva y su evolución a lo largo del tratamiento y a posteriori.

 

 

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