32 millones de niños en el mundo padecen pérdida auditiva
Casi tres de cada mil niños que nacen en el mundo sufren pérdida auditiva discapacitante, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que supone que haya actualmente 32 millones de niños con hipoacusia. Este problema auditivo puede deberse a motivos genéticos, complicaciones en el parto o enfermedades infecciosas, entre otros factores.
La pérdida de audición se divide en leve, donde la disminución auditiva se sitúa entre los 20 y los 40 decibelios; media, que oscila entre 40 y 70; severa, entre los 70 y los 90 decibelios y, por último, profunda, que supera los 90 decibelios. La OMS considera que para que la pérdida sea discapacitante debe ser superior a los 40 decibelios en adulto y a los 30 en niños, lo que provoca que, según estas cifras, lo padezca un 5% de la población mundial. En España, por ejemplo, la hipocausia leve afecta a cinco de cada mil recién nacidos, mientras que la moderada o severa se sitúa entre tres y cinco afectados por cada mil.
Existen ciertos indicadores, que varían con la edad, y pueden hacer sospechar si un niño sufre algún tipo de problema en la audición. Para cada periodo de su desarrollo las señales que tenemos para identificar las posibles pérdidas auditivas son distintas:
- De 0 y 3 meses. No le tranquiliza la voz de sus padres o no reacciona ante el sonido de una campanilla.
- De 3 a 6 meses. No atiende distintos ruidos ni hace sonar sus juguetes, por ejemplo, los sonajeros.
- De 6 a 9 meses. No responde cuando le llaman por su nombre, no se gira cuando oye ruidos que deberían serle familiares o no pronuncia sílabas.
- De 9 a 12 meses. No reacciona ante determinadas órdenes, como “di adiós” o “dame este juguete”. Tampoco actúa cuando dicen papá o mamá.
- De 12 a 18 meses. No dice palabras básicas como papá o mamá, ni nombra objetos que le deben ser familiares.
- De 18 a 24 meses. No identifica distintas partes del cuerpo, no conoce su nombre ni presta atención a los cuentos.
- A los 3 años… No repite frases, no entiende las palabras ni contesta a las preguntas.
- A los 4 años… No cuenta qué le ocurre y es incapaz de mantener una conversación.
- A los 5 años… No habla con otros niños y solo entiende a su familia cuando acompañan las palabras con gestos.
Si el niño se constipa con facilidad, padece otitis de forma recurrente o su lenguaje evoluciona demasiado lento para su edad, podría indicar que existe algún tipo de problema de audición.
Como nota positiva, hay que destacar que, según afirma la OMS, el 20% de las personas que padecen problemas de audición en todo el mundo pueden mejorar su calidad de vida gracias a los audífonos.