El uso del transporte público aumenta el riesgo de pérdida auditiva
Las personas que usan a diario el transporte público tienen mayor probabilidad de padecer algún tipo de pérdida auditiva. Esta es la conclusión de un estudio canadiense publicado en la revista Journal of Otolaryngology, en el que se analizaron los niveles medios de ruido para los usuarios de estos medios de locomoción en la ciudad de Toronto (Canadá). Así, los investigadores afirman que aquellos que utilizan la red de transporte, especialmente las rutas de autobús, están expuestos a un nivel máximo de exposición al ruido, a pesar de encontrarse estos dentro de los límites recomendados como seguros.
Tras analizar los resultados y comparar a los usuarios que utilizaban transporte público y aquellos que recurrían al transporte privado, se descubrió que las paradas de autobús eran los lugares donde se exponían a ruidos más altos. Asimismo, los niveles de ruido eran mayores en las plataformas de espera del metro, en comparación con el ruido recogido en el interior de los vagones o en los vehículos privados.
Sin embargo, el hallazgo más importante fue que la frecuencia de los niveles máximos de ruido medidos en el sistema de transporte público excedieron los umbrales recomendados por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA). Esta agencia estipula que exponerse a un ruido de 114 dBA durante más de cuatro segundos o de 120 dBA durante un segundo puede suponer un mayor riesgo de pérdida auditiva inducida por ruido.
Si extrapolamos estos límites de ruido recomendados por la EPA para un viajero promedio que usa el transporte público, encontramos que en torno al 20% de las mediciones en metro excedieron dicho umbral de 114 dBA. También ocurrió lo mismo en las paradas de autobús. En ellas, hasta el 85% de las mediciones registraron un nivel de ruido máximo mayor a los 114 dBA y, en el 54% de los casos, fue superior a 120 dBA.
Por tanto, los investigadores concluyen que los usuarios de estos transportes tienen más riesgo de padecer pérdida de audición inducida por ruidos intensos. De hecho, señalan con este estudio que los niveles de ruido máximo que superan el límite de exposición pueden ser tan perjudiciales como los ruidos más largos y menos intensos.
En esta investigación se examinaron 210 mediciones recogidas entre abril y agosto de 2016 en medios de transporte masivo, como metro, autobús, tranvía, vehículos privados, bicicletas y viandantes. Estos resultados se recogieron con un dosímetro de ruido instalado en el cuello de la ropa de los participantes, entre las siete de la mañana y las siete de la tarde, y tanto mientras esperaban en las plataformas como a bordo de los vehículos en movimiento.