¿Cuál es la relación entre pérdida auditiva y obesidad?
La obesidad es uno de los grandes problemas de salud pública del siglo XXI, ya que su prevalencia mundial se ha incrementado en los últimos 40 años y, según los datos, entre el 3 y el 11% de los hombres y entre el 6 y el 15% de las mujeres son obesos. La obesidad repercute de forma negativa en el estado de salud general, por lo tanto también influye en la salud auditiva.
Aunque la obesidad puede afectar a la salud auditiva, esto no supone que cause directamente pérdida de audición. La obesidad no produce pérdida auditiva pero sí aumenta el riesgo de otras enfermedades relacionadas con la pérdida de audición, como la hipertensión y la diabetes.
El oído interno es un complejo sistema constituido por tubos semicirculares, fluidos y terminaciones nerviosas. Una de las partes principales de este sistema son las células ciliadas, que se encargan de detectar el sonido para traducirlo en señales eléctricas que se trasmiten al cerebro para su interpretación.
Problemas de circulación y pérdida auditiva
Algunas investigaciones indican que una buena circulación sanguínea y el transporte de oxígeno en la sangre contribuyen a mantener en óptimo estado la salud de las células ciliadas del oído interno. Sin embargo, la obesidad afecta a las paredes de los capilares, dificultando el transporte de oxigeno de manera eficiente a las células responsables de la audición. Todo esto puede producir un daño irreversible en las células ciliadas ya que estas no pueden regenerarse, perdiendo así su capacidad de detectar el sonido y dando paso a la pérdida de audición.
La hipertensión y el riesgo de pérdida de audición
Otra enfermedad que tiene su origen en la obesidad es la hipertensión. La hipertensión arterial es un factor de riesgo cardiovascular, relacionado significativamente con la aparición de pérdida auditiva de baja frecuencia, según un estudio publicado en la revista Clinical Otolaryngology.
Diabetes y déficit auditivo
La diabetes también influye en la aparición de la pérdida auditiva. De hecho, según una investigación estadounidense, las personas con diabetes que no tienen los niveles de glucosa controlados tienen mayor riesgo de padecer una pérdida de audición.
Asimismo, los especialistas indican que una posible razón por la que la incidencia de pérdida auditiva es mayor en los diabéticos es que la diabetes suele dañar los nervios y vasos sanguíneos del oído interno, afectando a su normal funcionamiento. Por ello, es recomendable la realización periódica de audiometrías en pacientes diabéticos.
Para prevenir la obesidad es recomendable llevar un estilo de vida saludable basado en una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico. Recuerda que ante cualquier cambio en tu capacidad auditiva debes acudir al especialista en audición para evaluar la salud de tu oído.