El alcohol, la apnea del sueño o el estrés son factores de riesgo que pueden producir pérdida auditiva
La pérdida auditiva es un problema de salud que afecta al 16% de los europeos y tiene una clara relación con la exposición al ruido o la edad, dos de las circunstancias más frecuentes que pueden causar una menor audición. Estos factores son los más conocidos pero también existen otros condicionantes que pueden afectar a la capacidad auditiva de cada persona.
Así, por ejemplo, varios estudios relacionan la apnea del sueño, e incluso a los ronquidos, con una pérdida de audición. Esta disminución se produce porque esta alteración durante el descanso interrumpe de manera momentánea el riego sanguíneo y flujo de oxígeno al oído interno, un suministro fundamental para el correcto funcionamiento de este órgano.
Relación entre alcohol y pérdida auditiva
Otro de los factores que puede influir en la audición es el consumo de alcohol. Una ingesta excesiva puede provocar diversas patologías como enfermedades cardiacas, incremento de la presión arterial o incluso accidentes cerebrovasculares. En este sentido, el consumo excesivo de alcohol puede dañar la corteza central auditiva y aumentar el tiempo de procesamiento de la información que obtiene el cerebro a través del oído. De hecho, varios estudios destacan que los adultos jóvenes que consumen demasiado alcohol tienen dificultades para escuchar los sonidos de baja frecuencia.
Por otro lado, la falta de hierro en el organismo y en la sangre también juega un papel fundamental en la audición. Por ejemplo, los pacientes que padecen anemia tienen el doble de probabilidades de tener pérdida auditiva, según un estudio realizado en más de 300.000 adultos por la Universidad de Pensilvania, en EE.UU. Esta disminución de la capacidad auditiva se produce porque la sangre que llega al oído interno no abastece de los nutrientes suficientes a las células que procesan el sonido.
Estrés y problemas de audición
Otro de los factores que tienen una vinculación con la pérdida auditiva es el estrés crónico. Los pacientes que sufren esta patología tienen mayores riesgos de padecer otro tipo de dolencias. Entre ellas, los problemas de audición ya que ante episodios de estrés agudo, el cuerpo desvía el flujo sanguíneo a los músculos y el riego que llega a otras partes del cuerpo, como el oído interno, pueden dañarse debido a que la cantidad de oxígeno que reciben no es la adecuada.
Por último, algunos medicamentos indicados para la disfunción eréctil también pueden generar problemas de audición. De hecho, los pacientes que toman este tipo de fármacos tienen el doble de probabilidades de sufrir pérdida auditiva en uno o ambos oídos. Así, la viagra es uno de los medicamentos que pueden dañar la salud de este órgano por lo que es conveniente que antes de tomar ningún fármaco consulte con su médico los posibles efectos secundarios.
De todos modos, lo más aconsejable es acudir a un profesional sanitario para que evalúe el estado de sus problemas de audición y pueda indicarle el tratamiento más adecuado para recuperar o poner solución a su problema de salud y la aconseje sobre cómo mantener una calidad de vida adecuada para su audición.
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