La otitis del nadador puede acarrear pérdida auditiva

La otitis del nadador puede acarrear pérdida auditiva

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Con la llegada del verano comienza también el tiempo de divertirse al aire libre, especialmente en playas y piscinas. Sin embargo, en ocasiones es común que al bañarnos se produzca una dolorosa y molesta infección de oído e incluso perdidas de audición conocida como la otitias del nadador. Pero ¿qué es esta otitis de nadador?

Este tipo de otitis es una infección del conducto auditivo externo que se produce por las bacterias que se encuentran en el agua, más abundantes en zonas de agua no tratada como ríos, mares y pantanos. Esta otitis se genera cuando el agua con bacterias se mantiene en el canal auditivo sin drenarse de manera adecuada y, gracias al ambiente cálido y húmedo, estas bacterias se multiplican y producen la infección en el órgano auditivo. Esta patología provoca hinchazón e inflamación y, en ocasiones, un intenso dolor al que la sufre.

El 44% de las otitis de nadador se produce en verano

La otitis del nadador, también conocida como otitis externa, afecta a millones de personas cada años, con especial incidencia durante el verano, momento en el que se producen el 44% de los casos entre los meses de junio y agosto. Es una patología que afecta de manera destacada a niños ya que su canal auditivo es más estrecho aunque cualquier persona puede verse afectada. Un estudio realizado en el Hospital de Wellington en Nueva Zelanda señala que su tasa de incidencia anual es de cuatro personas por cada 1.000 y que es cinco veces más frecuente en nadadores que en la población general.

Aunque se la conoce de manera popular como otitis del nadador, en ocasiones es suficiente con vivir en un clima cálido y húmedo para padecerla si esta humedad no se expulsa del conducto auditivo. “Si no se elimina la humedad y se seca bien el agua que se queda en el oído después de nadar o ducharse, ésta puede producir dolor ya que las bacterias proliferan en este tipo de ambientes húmedos”, explica Bridget Redlich, profesional sanitaria del Lake Charles Memorial Health System en Lousiana en EE.UU.

Además, si en el conducto auditivo existe cualquier herida o traumatismo, la infección puede afectar con mayor facilidad, por lo que las personas que utilizan bastoncillos de algodón para limpiar el oído, o que se rascan los oídos con frecuencia o sufren eccema o psoriasis; tienen un mayor riesgo de padecer otitis del nadador.

Síntomas y tratamiento del dolor producido por la otitis

Los síntomas que presenta esta patología se caracterizan en primer lugar por una sensación de taponamiento en el oído. Posteriormente se produce dolor, hinchazón e incluso secreción de la infección. En ocasiones se puede producir también zumbidos en el oído afectado conocido como tinnitus. Estos síntomas son temporales y desaparecen con un tratamiento adecuado.

Para tratar las otitis, se recomiendan gotas antibióticas aplicadas durante siete o diez días. Con este tratamiento es suficiente para subsanar la infección en la mayoría de los casos aunque hay que acompañarlo de medidas preventivas como evitar nadar durante esos diez días, secarse con atención y utilizar tapones para los oídos para mantener a raya la humedad. De todos modos, ante cualquier duda, siempre es recomendable acudir al profesional de la audición.

La mejor manera de prevenir la otitis del nadador es secarse los oídos con atención después del baño, evacuar el agua del conducto auditivo inclinando la cabeza, usar tapones y gorro de baño – especialmente en lagos, ríos y playas -, limpiarse los oídos con cuidado para evitar lesiones cutáneas e incluso utilizar un secador de pelo para eliminar la humedad.

Fuente: Healthy Hearing

 

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