El cuidado de los oídos en verano
Con la llegada del verano, nuestros oídos están más expuestos a dolorosas infecciones por el baño en playas y piscinas. La humedad es la responsable de la descamación de la piel que recubre el canal auditivo, permitiendo la invasión de bacterias u hongos. Una de las afecciones más características de la época es la otitis del bañista, que consiste en una inflamación y/o infección del canal auditivo externo, que conduce hacia el tímpano. La otitis, padecida tanto por niños como adultos, comprende la siguiente sintomatología:
- Picor en el oído
- Sensación de taponamiento
- Leve pérdida de audición
- Molestias al tragar o bostezar
- Sensación de agua en el oído
- Dolor
- Supuración
CÓMO PREVENIR LA OTITIS DEL BAÑISTA
La persona propensa a padecer problemas de oído puede adoptar una serie de medidas para prevenir la otitis del bañista:
- Evitar el baño en lugares donde el agua esté sucia
- Secar bien los oídos al terminar el baño
- Evitar el exceso de limpieza, ya que la cera es un elemento protector
- Utilizar tapones o gorros de baño como media de protección
- Evitar las zambullidas repentinas y desde lo alto, porque puede entrar demasiada cantidad de agua
- Evitar bucear a gran profundidad: la presión podría dañar el tímpano.
- Una vez terminado el baño, inclinar la cabeza hacia un lado para ayudar a que el agua salga del canal auditivo
VIAJES EN AVIÓN
En verano también aprovechamos para viajar más, y muchos lo hacen en avión. Es normal que se produzcan molestias en nuestros oídos por el cambio de presión en el despegue y el aterrizaje del avión.
A medida que el avión despega, muchas personas a menudo experimentan una sensación de «estallido» en los oídos, que es causada por el aire que escapa del oído medio. Para igualar la presión del aire, puede ser útil tragar, masticar o bostezar. Estos métodos suelen ser suficientes para igualar la presión, pero hay personas que pueden continuar con molestias horas después del aterrizaje. Si la sensación de chasquido persiste, el viajero puede intentar «sacar» el aire apretándose la nariz, cerrando la boca y «sacando» el aire suavemente por los oídos.
CONCIERTOS DE VERANO
En esta época del año los amantes de la música en directo están de suerte, y es que, en el verano se celebran multitud de conciertos al aire libre, pero ¿sabías que los niveles de sonido en los conciertos alcanzan un rango de entre 95 a 115 decibelios? La pérdida de audición puede ser causada por solo 85 decibelios o más, por lo que usar tapones para los oídos en un concierto es una apuesta segura para garantizar que tus oídos estén protegidos. Busca tapones para los oídos que bajen el nivel de sonido sin bloquearlo por completo. Además, debes tener especial cuidado si estás cerca del escenario o de los altavoces.
No sólo los conciertos producen sonidos por encima de los 85 decibelios, hay que tener en cuenta que, tanto las motocicletas como los eventos deportivos, pueden alcanzar hasta 110 decibelios. Por otra parte, las cortadoras de césped pueden alcanzar los 100 decibelios y los espectáculos de fuegos artificiales alcanzan el nivel más alto, con un rango que alcanza los 160 decibelios.
¿Y SI LLEVO AUDÍFONOS? RECOMENDACIONES
Los principales enemigos de los audífonos en verano son el agua y el calor. Desde Quiero Oír te ofrecemos algunos consejos para mantenerlos a salvo:
- Cuidado con la arena de la playa. La arena puede obstruir el micrófono y el tubo, lo que puede ocasionar problemas de rendimiento y posibles daños permanentes.
- Protégelos del agua y la humedad. El agua podría destruir el micrófono y el receptor de tus audífonos, obstruir el tubo y causar corrosión. Si vas a pasar un día en la piscina o en la playa, guárdalos en su estuche de manera segura. Por otro lado, los niveles de humedad pueden causar estragos en los audífonos, especialmente cuando pasas de un ambiente con aire acondicionado controlado a temperaturas exteriores húmedas.
- Límpialos. Todas las noches, antes de acostarte, saca las pilas y límpialas con un paño seco y sin polvo. Esto elimina el exceso de polvo y humedad, evitando que entre y dañe tu dispositivo.
- La sudoración excesiva no es conveniente. Si tenemos previsto hacer deporte o nos encontramos en una situación de mucho calor, debes secar la oreja y el dispositivo de forma regular, o bien utilizar algún accesorio que frene o desvíe el sudor. Puedes utilizar cintas o correas anti-sudor en la frente para evitar que caigan gotas al audífono.
- Evita exponer tus audífonos directamente al sol. El calor también puede afectar al normal funcionamiento de tu audífono.
FUENTES: https://www.salusuhealth.com/Pennsylvania-Ear-Institute/
