¿Qué es un audífono?
Cuando alguien tiene problemas de pérdida de audición, una de las mejores y más utilizadas soluciones son los audífonos. Estos son unos aparatos electrónicos que se utilizan dentro o detrás de la oreja y que, al amplificar ciertos sonidos, consigue mejorar la capacidad de entender las situaciones y actividades de la vida diaria. Estos dispositivos ayudan a muchas personas a oír mejor en ambientes silenciosos o ruidosos, ya que son capaces de realizar millones de cálculos por segundo para ajustar los entornos auditivos a las necesidades individuales de cada uno.
Los audífonos reciben los sonidos del exterior a través de un micrófono, que convierte las ondas sonoras en señales eléctricas. Estas se transmiten de forma amplificada mediante vibraciones sonoras desde el oído medio al interno o la cóclea. A día de hoy, es posible elegir un tipo u otro de audífono, según las exigencias de cada persona con pérdida auditiva. Existen cuatro tipos:
- Retroauricular. Es el más convencional. Se coloca detrás de la oreja, conectado con un molde adaptado dentro del oído externo. Está orientado para aquellas personas con mucha pérdida auditiva. Ofrece mayor potencia y, aunque la estética es menor, hoy en día existen algunos modelos más discretos.
- Intracanal. Este aparato es mucho más pequeño que el anterior. Apenas se percibe si alguien lo lleva puesto, al colocarse completamente dentro de la oreja, por lo que mejora de forma considerable su estética. Además, este modelo aprovecha la resonancia natural del pabellón auditivo.
- C.I.C. Se trata del más pequeño de todos. Es prácticamente invisible, ya que se acopla en el conducto auditivo.
- R.I.E. Este tipo combina a la perfección estética y eficacia, puesto que cubre el 80% de la pérdida auditiva del paciente pasando inadvertido a los ojos de los demás.
El uso de audífonos no está muy aceptado entre la sociedad, por vergüenza o desconocimiento y, en muchos casos, los afectados buscan una solución a su problema de sordera cuando ya está avanzado. Pero lo cierto es que los grandes progresos en tecnología han hecho posible que estos amplificadores evolucionen, y a día de hoy existen modelos casi invisibles y muy ligeros, que aportan la máxima potencia y acústica necesaria para su pérdida auditiva. Con ellos, se mejora la capacidad de comunicación con los demás y, por tanto, aumenta la calidad de vida de estas personas.
Al menor síntoma o sospecha de pérdida de audición, lo mejor es acudir a un experto. El audioprotesista es el encargado de valorar el estado de los oídos, que estudiará cada caso y buscará la solución más apropiada para el paciente, con el fin de obtener los mejores resultados.