Los alumnos con y sin déficit auditivo pueden acceder a contenidos similares
Los alumnos con deficiencia auditiva puede acceder a los mismos contenidos educativos que el resto de compañeros de su edad. No obstante, el hecho de que los profesionales docentes conozcan las características de los alumnos con déficit auditivo ayuda notablemente a mejorar la respuesta educativa a estos alumnos en los centros.
Para maximizar el aprendizaje de los alumnos con pérdida auditiva es necesario primero conocer qué supone este déficit. Así, en el ámbito educativo se distinguen dos grandes grupos: los alumnos hipoacúsicos y los alumnos sordos profundos.
El primer caso incluye a aquellos alumnos cuya capacidad auditiva es menor pero que no impide adquirir el lenguaje por la vía auditiva y que pueden usar o no una prótesis. Por otro lado, los alumnos sordos profundos no tiene capacidad auditiva para adquirir el lenguaje por la vía auditiva, sino que lo hacen en mayor medida por la vía visual. No obstante, se trata de una clasificación muy general, ya que existen muchos factores que hacen de éste un grupo muy heterogéneo, por ejemplo, dónde se localiza la deficiencia auditiva o el grado de ese déficit.
Entre las necesidades específicas que se pueden encontrar los docentes ante alumnos con déficit auditivo se encuentran las estrategias visuales y el aprovechamiento de otros sentidos, como el tacto; o el aprovechamiento de la audición residual y el desarrollo de la capacidad fonoarticulatoria.
Para conseguir una respuesta educativa eficaz es necesario que todos los profesionales que intervienen en la educación del alumno trabajen de forma coordinada, para conseguir de forma común el máximo desarrollo posible.