El tinnitus podría ser una secuela del COVID19
El tinnitus puede aparecer en aquellas personas que hayan superado el COVID19, según un estudio, lo que lo convertiría en un síntomas más del llamado COVID prolongado.
El COVID prolongado o persistente es el nuevo término atribuido a las secuelas que sufren aquellas personas que ya han superado la enfermedad.
Estas posibles secuelas pueden abarcar desde el cansancio de la persona, a problemas neurológicos, respiratorios y auditivos. En este último caso, la salud auditiva se ve afectada, agravándose los síntomas del tinnitus.
¿Qué es el tinnitus?
El tinnitus o acúfeno es una afección de los oídos, que produce en la persona la sensación de escuchar de forma permanente ruidos o zumbidos en el interior de su oído.
Los zumbidos no proceden de ninguna fuente sonora externa, sino que son producidos por una alteración del sistema nervioso del paciente. Actualmente, no existe un tratamiento efectivo para esta patología. Pero debe ser revisada de forma periódica por un especialista para evitar desencadenar una posible pérdida de audición.
Según la Asociación Madrileña de Afectados de Tinnitus, los acúfenos afectan a unos 3,5 millones de personas en España y aproximadamente a unos 25 millones en toda la Unión Europea.
¿Qué relación tiene el tinnitus y el COVID-19?
Una nueva investigación ha revelado una estrecha relación entre el coronavirus y el tinnitus, al ser este último una posible secuela de la enfermedad.
El estudio fue publicado en la revista Frontiers in Public Health, y desarrollado por la Universidad Anglia Ruskin con el apoyo de la Asociación Británica y Estadounidense de Tinnitus. Entre los resultados se manifestó que el 40% de los pacientes con síntomas de COVID-19 también experimentaron simultáneamente un deterioro en el tinnitus.
Además, un pequeño número de participantes informó que la afección fue provocada por la aparición de síntomas del COVID-19, lo que fortalece en gran medida la teoría de que el tinnitus sea en gran medida un síntoma de COVID prolongado.
Otra de las conclusiones obtenidas por el estudio, fue uno de los pensamientos generalizados por parte de los encuestados. La gran mayoría creen que las medidas de distanciamiento social impuestas por el Gobierno para evitar una mayor propagación del virus están empeorando la patología auditiva que sufren.
Las preocupaciones de la sociedad de no poder acudir al médico, el miedo de contraer la enfermedad, los sentimientos de soledad y ansiedad, o la dificultad de conciliar el sueño por la situación de la crisis sanitaria, han aumentado la molestia del tinnitus en el 32% de las personas.
Esto se debe principalmente por el aumento del consumo de bebidas alcohólicas o café, o la exposición diaria a los ruidos del hogar, producidos especialmente por la presencia de los niños en casa, al darse la educación y el ejercicio laboral en servicio de modalidad de teletrabajo.
David Stockdale, director ejecutivo de la Asociación Británica de Tinnitus considera que “un tratamiento deficiente del tinnitus en las primeras etapas a menudo conduce a casos mucho peores y el tinnitus severo puede tener un gran impacto en la salud mental”.
Por tanto, es importante garantizar por parte del sistema de salud, un apoyo médico efectivo y rápido a las personas afectadas por tinnitus o que han desarrollado un empeoramiento en su enfermedad por la crisis sanitaria, para así evitar un agravamiento en su patología auditiva.