Cómo eliminar un tapón de cera para evitar una pérdida de audición temporal

Cómo eliminar un tapón de cera para evitar una pérdida de audición temporal

Revisión de oídos
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Un tapón de cera en el oído es una de las principales causas de pequeñas pérdidas de audición temporales. Generalmente las personas propensas a la formación de tapones de cera perciben que su nivel de audición se reduce sin causa aparente y no tienen constancia de haber estado expuesto a ruidos fuertes o haber sufrido daños en los oídos.

A pesar de ello, esta ligera pérdida auditiva se corrige simplemente retirando el exceso de cerumen del oído.

Desde Quiero Oír explicamos los signos que alertan de la creación de tapones y cuáles son los procedimientos para retirarlos.

Como punto de partida, debemos saber que la secreción de cera es algo totalmente normal y que constituye una barrera natural para evitar que las bacterias entren al interior del oído y provoquen enfermedades, como la otitis. Sin embargo, carencias en la higiene auditiva o factores como un mal uso de bastoncillos, auriculares mal ajustados o un rascado intenso, pueden provocar la formación de estos tapones de cera que es necesario extraer para favorecer el buen funcionamiento del sistema auditivo.

Signos que alertan de la formación de tapones en los oídos

Junto con la percepción de una reducción de la audición, las personas propensas a la formación de tapones en los oídos pueden notar:

  • Dolor de oídos, molestias leves en el canal auditivo.
  • Autofonía, la percepción de un “eco” dentro de su cabeza cuando hablan.
  • Tinnitus o acúfenos de forma temporal.

Todos estos síntomas desaparecen cuando se elimina la acumulación de cera, pero es necesario tratarla para impedir el desarrollo de problemas mayores que pongan en riesgo la salud auditiva.

Cómo eliminar un tapón de cera

Tanto si tenemos la sospecha de tener un tapón porque no es la primera vez que nos pasa, como si notamos esa ligera pérdida de audición y no entendemos el por qué, el primer paso necesario será acudir al médico. El otorrino realizará una revisión con ayuda del otoscopio para valorar el tamaño de la acumulación de cera y si se ha producido algún otro daño en el oído medio que pueda estar afectando a la audición del paciente.

Una vez que el especialista confirma el diagnóstico, generalmente se recomienda la aplicación de gotas reblandecedoras durante 3 días para separar el tapón de las paredes del oído y ablandarlo. En función de las características del tapón de cerumen se pueden llevar a cabo dos formas de extracción: extracción con irrigación, donde se aplica agua templada y desinfectada a presión hacia el interior del oído; o extracción microscópica o con aspiración, en la cual el otorrino dispone de un microscopio con el que ampliar el campo de visión y así poder emplear un pequeño aspirador que succiona el contenido del conducto.

Durante la extracción es necesario que el paciente permanezca lo más quieto posible para evitar daños realizados por el instrumental o complicaciones. En estos casos, si el procedimiento ha sido complejo, es recomendable la administración de un antibiótico tópico para evitar la infección.

Así mismo, tras retirar el tapón de cera, el médico recomendará a los pacientes mantener una adecuada higiene auditiva, evitar la introducción de cualquier objeto dentro del oído, incluidos los bastoncillos, y acudir a una revisión de forma periódica, sobre todo en el caso de las personas que tengan una mayor tendencia a la acumulación de cera.

Consejos para las personas con audífonos

El uso de audífonos puede aumentar el riesgo de que se formen tapones de cera. A su vez, una acumulación de cera en el propio dispositivo puede provocar su mal funcionamiento y reducir su efectividad a la hora de amplificar los sonidos del exterior. Por ello, la principal recomendación para los usuarios de audífonos es mantener una higiene constante de los oídos y de los dispositivos de ayuda a la escucha.

Para eliminar la cera de los audífonos la mejor forma es usar un paño suave y seco, nunca mojado, ya que la humedad puede estropear los dispositivos. Esta tarea se debe realizar diariamente, en el momento en que se quitan los audífonos para dormir.

En cuanto a la limpieza de los oídos, debemos aplicar agua y jabón a las partes a las que llegamos con los dedos y luego secarlos con una toalla. Se debe evitar sumergir los oídos en el agua del baño, ya que las bacterias que estamos eliminando del cuerpo pueden introducirse en el canal auditivo. Siguiendo estos consejos no solo cuidarás tus oídos, sino que también alargarás la vida útil de tus audífonos.

 

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